Un experto en hospitalidad con 20 años de experiencia generó debate al afirmar que dejar propina es una obligación moral, contradiciendo lo establecido por PROFECO

Un controversial episodio del podcast Doble Ggus Gri ha reavivido el eterno debate sobre las propinas en México, cuando Osvaldo, un profesional hotelero con dos décadas de experiencia, declaró: «Si no tienes dinero para dejar propina, es mejor que no salgas de tu casa». Sus comentarios han generado una división de opiniones entre usuarios y profesionales del sector.

La postura del experto

Durante la entrevista, Osvaldo defendió su posición:

  • Considera el 10% como mínimo «de ley», aunque él suele dejar entre 15% y 20%
  • Asegura que es un intercambio recíproco: «Yo te trato bien, tú también»
  • Recomienda disculparse con el mesero cuando no se puede dejar propina y desearle mejores clientes

Estas declaraciones contrastan con lo establecido por la PROFECO, que reitera que las propinas son completamente voluntarias y no pueden ser exigidas como parte del servicio.

@dobleggusgri A veces da vergüenza ir a algún lugar y no dejar propina #gusgripodcast #podcastmexico #propina #propinas #dinero #podcastenespañol #podcastmexico #podcastclips ♬ sonido original – Jonathan Vest G

Reacciones divididas

El segmento viralizado en TikTok ha generado diversas posturas:
A favor:

  • Usuarios que consideran que reconocer el buen servicio es una muestra de educación
  • Profesionales de servicios que ven las propinas como complemento vital a sus ingresos

En contra:

  • Consumidores que señalan que los salarios deberían ser suficientes sin depender de propinas
  • Usuarios que consideran la postura de Osvaldo como elitista y excluyente

@faranduclip4 #mesero #gusgri #fyp #propina ♬ sonido original – faranduclip

El contexto económico

El debate surge en un momento donde:

  • El 68% de los trabajadores de restaurantes reportan dependencia de propinas (INEGI)
  • El 42% de mexicanos ha reducido gastos en restaurantes por inflación (Encuesta Nacional de Consumo)

Mientras PROFECO insiste en que «nadie puede condicionar el servicio al pago de propina», la cultura mexicana sigue navegando entre la cortesía y la obligación percibida. Lo que queda claro es que este diálogo refleja tensiones más profundas sobre salarios justos, cultura laboral y hábitos de consumo en tiempos económicos complejos.

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